Entradas

Mostrando entradas de 2019

Buzz y Woody

Las amistades, como el amor, no se buscan. Aparecen sin más, como un hallazgo valioso e inesperado, causal o por destino: eso que se conoce como serendipia. Es cuestión de práctica, error y acierto. También inconsciente, porque el vínculo que une a dos personas está trazado por factores que escapan a la voluntad. Conocer a alguien, al fin y al cabo, es como conocerse a uno mismo. Lo que gusta y lo que no. Preferir una canción a otra, el dulce o lo salado, más de apego o de frialdad. No es que sea como conocerse; uno aprende a saber más de si mismo, viéndose en situaciones que quizás nunca antes se habría planeado.  Una parte de lo que somos es consecuencia directa de las personas que conocemos, y la amistad es causa de no perder nunca una de las piezas que conforman a cada uno de nosotros. Claro que las personas evolucionan, y así la amistad nunca deja de ser un camino, un proceso de aprendizaje. Es un viaje al interior de otra mente. Creo que traicionar a un amigo es de las c...

Amor, veneno

Pongamos que hablo de Madrid. Rebelde, desenfrenada. Te quiere, pero nunca la oirás decirlo. Prefiere la música alta, la poesía de extrarradio. La encontrarás regalándote un atardecer en el Templo, un café cargado de ironías o una risa difícil de olvidar. Pongamos que hablo de calles vacías. O no. Le aterra quedarse sola, vacía, sin nadie  que respire el aire que brota de cada uno de sus rincones. Tiene defectos, pero no lo reconoce. No le mientras, porque acabará por destruirte. Lo importante es que le hagas reír. Regálale una sonrisa cada día, y habrás ganado un pedazo de su lado más canalla. Vive su arte, sus secretos. Vive. Dale tus mejores noches, tu azotea en compañía, y la estampa de Gran Vía un atardecer cualquiera. Y cuando sientas que no puedes más, huye; pero vuelve. Te estará esperando. Pongamos que, en realidad, hablo de ti Para A: te debo el café de mañana y la cerveza de tarde en la azotea que ya has hecho casi tan mía como tuya

Mujer bruja

Una tarde de cervezas en el parque. Proponerte el Retiro y te metas conmigo. Acordarte de las vistas del apartamento, para contemplar Gran Vía, el Capitol en neón. Que te rías, nos riamos, de todo y de nada. Vivir un amanecer en aquella azotea que ya considero nuestra. Que vivamos el humo, fuerte, creando aquelarre. Y solo pensemos en volver.

Catarsis

You promised me take to the moon and back. But the only thing you dindn't know is that I have wings to do it by myself *          *          * Volver a amarnos como si fuera un juego de niños. Sonreír hasta que duelan los mofletes. Correr, corrernos hasta que nos cansemos de buscarnos. Ahogar la pena con versos de Sabina, romper el silencio con el estallido que producen tus labios en los míos. Gritarle al tiempo que no le debemos nada. Que me acaricies, creando constelaciones en mi espalda.  Todo fue una promesa que nunca estuvo a tu nombre.

Incendios de nieve

A veces sientes como el mundo te quema. Te quema el pecho, el alma, los sentidos. Te consumes en tus propias mentiras, en tu falso bienestar. Y no te has dado cuenta de que has arrasado con todo, y con todos. Destruiste a otros para no acabar contigo misma, y crees que eso está bien: al menos te has salvado. Solapas tu dolor con el llanto que has dejado al pasar, como un huracán. Porque mientras causes estragos, te sigues sintiendo viva. Y sigues creyendo que has ganado. Te equivocas una, y otra, y otra vez. Tú también acabarás consumida en tus propias llamas, porque no habrás dejado con vida a nadie dispuesto a apagarlas.

Constricción

Tú, que siempre has creído ser invencible. Siempre creyendo que puedes con el mundo, que eres indomable. Huyendo de lo que te asusta cuando en realidad, en el fondo, querrías quedarte y luchar. Buscando refugio en la calma ajena, huyendo de tu propia tormenta. Huir es tu palabra favorita. Del amor, de la gente, incluso de ti misma. Prefieres la chispa del instante a la incertidumbre constante de la vida. Y deberías saber que ese destello no desvanece la incertidumbre. Que algún día te cansarás de correr en círculos y de escapar. Tú, que nunca has entendido por qué la gente prefiere quedarse: algún día querrás saberlo. Y quién sabe si después de haberme empapado, con los huesos calados de tu frío y el corazón en paz. seguiré ahí para responderte.

Desidia

Buscas un polvo facil. Vaciarte en otros cuerpos. Que la cabeza te de vueltas, dejar de pensar. Buscas la chispa, sentir el vértigo, que te pesen las ojeras y no el alma. No quieres que nadie te pare, pero te pones límites. Dices que tienes fe y no crees en ti. Buscas ese instante para sentirte libre. Y no lo eres.
Me gustaría decir que sí. Que me quedé enredado en su pelo y en sus sábanas. Que aquella tarde el frío no se atrevió a entrar y que cada caricia se convirtió en una excusa para parar los relojes. Que cada beso no se convirtió en una cicatriz que todavía duele, que tus sonrisas ya no me persiguen.