Carta a mí mismo
Siempre has sido muy tolerante con los errores de los demás. Comprendes y asumes que el resto del mundo tiene derecho a equivocarse, porque nadie es perfecto. Y más derecho tienen cuando el error no nace de la intención, sino del desconocimiento o de una buena intención. Eso lo entiendes. Respetas el crecimiento de las demás personas porque equivocarse, reconocer los errores y trabajar para enmendarlos es aprendizaje y mejorar como persona.
¿Qué pasa cuando te equivocas tú? No eres tolerante. No eres permisivo. No eres comprensivo. No puedes equivocarte. Has hecho daño, y eso significa que todo lo bueno que el resto ve en ti, se desvanece. Como si nunca hubiera existido. No te van a volver a ver con los mismos ojos. Van a descubrir que no eres perfecto y que no tienes las cosas bajo control. No mereces otra cosa que no sea el repudio. Y la sensación de culpabilidad es infinita. Te invade, pesa y te ahoga. No tienes el derecho a equivocarte y muchos menos a ser perdonado. No tienes tampoco derecho a que te sigan queriendo de la misma manera, o incluso más, por haber sido honesto y reconocer tu error. La sensación de que un error es el fin es aprendida. La vocecita en la cabeza que te dice: "la cagaste, y de la peor manera posible. Se acabó". Es aprendida porque te han hecho aprenderlo. Porque te lo han enseñado una y otra vez a base de golpes. Y eso es lo que te ha hecho ser tan exigente para contigo mismo.
Tienes que aprender (y aprenderás) a que equivocarte no te desvirtúa como persona ni anula todo lo bueno que tienes. Equivocarte no te quita validez como persona. Equivocarte no es el fin. Debe ser el inicio de un camino nuevo a ser mejor persona, para contigo y para con el resto. Y quien te quiere de verdad, y bien, tratará tu error como tratas tú los de los demás. Aprenderás a confiar en eso.
Y date tiempo. No es un camino a recorrer en dos días. Y mientras intentas ser tolerante, sé compasivo contigo mismo. No te castigues, que demasiado lo ha hecho ya la vida. Pide siempre que te quieran cuando menos lo merezcas, posiblemente sea cuando más lo necesites.
Comentarios
Publicar un comentario