Sexo y Pasión
Mis queridos lectores, ante todo quería desearos una Feliz Navidad y un próspero 2013. Os pido perdón por haber estado tantos días ausente, pero he estado reflexionando, frustrándome con ideas que al principio me gustaban y después no...pero ya estoy aquí. Os dejo con ello:
Sexo y Pasión
¿Conoces esa sensación, cuando el
amor y el deseo se apoderan de tu cuerpo? Yo sí. Puede parecer muy
simple, y uno puede pensar que es lo suficientemente fuerte como para
resistir al deseo, a la tentación, pero no puede.
Es simple, cierto, pero no se puede
luchar contra ello. Por ejemplo, yo pregunto: ¿qué es sentir? Sólo
una señal de que estamos vivos, y que cada beso, cada caricia, son
reales. No puede negarse. Los sueños nos contentan, nos alegran.
Pero la realidad nos atrapa, nos seduce con sus encantos, y a veces,
somos nosotros los que no queremos dejarla; otras, sólo deseamos
vivir en los sueños.
El cariño, el amor, pueden ser un
sueño, una realidad. ¿Cómo distinguirlos? Es sueño cuando ocurre,
cuando lo rememoras. Realidad es cuando te despiertas y compruebas
que todo ha pasado.
Es en esos momentos de sueño cuando
ocurre esa sensación, cuando el amor y la pasión se apoderan de ti,
y funcionan. Te hacen vibrar, sentir cada caricia, cada beso, y te
hacen pensar en el siguiente nivel, en la próxima forma de llegar a
tu propio límite, al éxtasis. Al símil de tu verdadera existencia.
Y es en ese momento cuando ya lo has
perdido todo en favor de la otra persona. Le entregas tus besos, tus
caricias...tu corazón, y le das el poder de romperlo cuando le
plazca, porque sabes que no lo hará. Confías en que las miradas,
las sonrisas de complicidad, todo, sean ciertas. Y no confías en
ello, lo sabes.
Porque ese amor no se puede medir,
simplemente se da. No puedes contenerte. Es inevitable que sientas
debilidad por esa caricia en el pelo, o que mueras de debilidad por
ese mordisco en el labio, sucedido por una sonrisa perfecta. O quizás
mueres al sentir su lengua recorriendo cada centímetro de tu boca.
Esos momentos entre beso y beso, son lo
que uno debe aprovechar para no decir nada. Simplemente calla, el
silencio vale más que mil palabras. Hazle una promesa muda de no
soltar su mano jamás. Lo entenderá. Vuelve a besarla, esta vez más
fuerte, más apasionado. Sentirás lo que nunca sentiste. Y no serás
tú. Será tu yo de verdad. Morirás de deseo. Es la única forma de
sentirse vivo.
me encanto tu poema y Me encanto tu blog... yo hago algo referido a los relatos intimos.. tengo un blog en el cual cuento mis experiencias personales... los invito a conocerlo. Saludos.
ResponderEliminarhttp://intimidadyplacer.blogspot.com.ar/
Muchas gracias jejeje. Eres la primera persona que comenta, y te lo agradezco mucho. Me alegra que te haya gustado, y no te preocupes, que visitare tu blog :))
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