IMAGINA...

IMAGINE



El día da paso a la noche,la vida a la muerte,y todo principio tiene un final,al igual que esta historia. Podéis creerla o no, pues os la relato tal y como la he vivido. Si queréis seguir oyendo,adelante,pero juzgad sin burlas,pues si algún día deseaseis viajar a este lugar,no seríais bien recibidos.




La tarde se tornaba oscura,y a medida que las nubes se acercaban a la isla de Lurania el tren se acercaba con vertiginosa velocidad,aunque imperceptible, a la estación. Desde la ventana de mi vagón podía observar aquella isla de color verde,probablemente debido a su espesa vegetación. Era una isla corriente,como las otras,pensé.


El maquinista anunció que en unos quince minutos llegaríamos a San Listurianno. Consulté mi reloj. Las 18.30. Con una velocidad sorprendente,recogí mis cosas,organicé mi equipaje y me puse el abrigo.

El vagón era como cualquiera de otros tantos de miles para viajes largos,compuesto por una cama con sábanas de seda,un cuarto de baño de mármol blanco,una pequeña mesita de madera de roble y un escritorio con una silla a juego. Y ahora debía (y deseaba) salir de vagón y regresar a mi hogar.

Después de dos meses lejos de casa,lo único que me apetecía era verla. No,no tenía a nadie a quien amar,pero si queréis saber a quien me refería,os diré que a mi mejor amiga. Orielle. La recuerdo perfectamente. Era una chica rubia,con unos ojos marrones preciosos que encandilaban a toda persona que pasaba por su lado. En mi opinión,diré que tenía una sonrisa preciosa(y aunque se lo dije millones de veces nunca lo llegó a creer) y mágica.

Una vez bajé definitivamente del tren,miré a un lado y al otro, advirtiendo su presencia sentada en uno de los cómodos bancos de la estación. No se percató de que había llegado,así que me acerqué a ella sigilosamente y coloqué mis manos sobre sus ojos. Ella dio un leve respingo,y acto seguido procedió a oler algo,que enseguida reconoció. Mi colonia.
-Danielle Warner. ¿Me equivo?-Sentí su sonrisa.
-No,creo que no.-Sonreí. Me dio un pequeño pico a modo de bienvenida-Y dime,¿me has echado de menos?
Pareció dubitar un breve momento,pero luego empezó a reír.
-Claro tonta.-¿Por cierto que tal el viaje?-Metió su mano en el bolsillo de mi chaqueta. El frío apretaba, y a pesar de que parecía que iba a nevar,no nos importaba lo más mínimo.
-La verdad es que muy cómodo,obviamente.-Se rió. Claro,nadie podía imaginarse a una persona en un vagón de tren mediocre. Eso era una locura.
-¿Y te han hecho enseñar el pasaporte en algún sitio?-dijo con sorna,ocultada bajo un gesto de seriedad disimulado.
-Sí claro,me han hecho enseñarlo y luego me registraron.-No podía evitar reírme ante aquella sarta de barbaridades obvias.

                                                      *        *        *

En el ascensor,el hilo musical nos hacía disfrutar con una animada canción de Zaz. Si lo pienso,la verdad es que siempre me fascinó la música francesa.

Cabe destacar que era un ascensor poco corriente,y no lo decía por el hilo musical. Con botonera táctil y con efectos de sonido. Curioso ascensor para un edificio así. La máquina se detuvo súbitamente,dejándonos a Orielle y a mí en La 9ª planta. Echaba de menos aquellas plantitas que recuerdo mustias cuando me fui,y que ahora me parecían de lo más encantadoras.

Hice ademán de abrir la puerta,pero mi amiga me detuvo.

-Quiero que sepas que tengo un regalo para ti,pero no te vayas a asustar,¿de acuerdo?-me preguntó,con un deje de inseguridad ocultado bajo otra de sus sonrisas.

-Claro que no. Además,me muero por verlo.-Era cierto,quería verlo,pues sus regalos siempre eran originales.-Bueno, ¿espero aquí entonces?

-No,mejor entra.-Se la veía ilusionada,así que no pude resistirme a la tentación y entré.

De repente,un precioso cachorro de beagle se abalanzó sobre mí sin previo aviso,lo cual me hizo retroceder unos cuantos pasos,hasta casi tropezar con una de las macetas.

-¿Pero qué tenemos aquí?¡Pero si es un cachorrito!-El animalito ladraba como loco al verme. Me miraba con ternura,y sus ojitos marrones hacía juego con el color chocolate de su piel. Era,como vosotros decías,para comérselo.

-¿Te gusta?-me preguntó Orielle,advirtiendo la respuesta.

-Me encanta,es precioso. Gracias.-Hice énfasis en "precioso".

Sin dejarme tiempo para darle un abrazo en agradecimiento,entró en casa a buscar algo. Mientras tanto,me quedé jugando con el cachorrito. Por casualidad,me dio por mirarle la plaquita prendida del cuello del animal que representaba su identidad. "Toby". Así rezaba la chapa. Toby. Me gustaba.

Dos minutos después apareció de nuevo mi amiga con lo que parecía ser el periódico de hoy.

-Toma.-Me alargó el noticiero con impaciencia. Lo observé en silencio. La fecha,25 de Noviembre de 2024. Era de hoy.

Orielle me observaba en silencio,con impaciencia.

No pude evitar esbozar una sonrisa ,que acom´pañó a una serie de lágrimas. Oriellle se acercó a mi y me abrazó.

Sé que no lo entendeís,así que os lo explicaré.

"Corría el año 2006,y yo contaba con 7 año. Para no extenderme mucho,diré que aquella era una época turbia. El pueblo se sublevaba contra el gobierno,mientras la monarquía contaba sus últimos días. Resultó que antes de comenzar la Gran Revolución,como nosotros la llamamos,mis padres salieron a la calle,y acusaron al gobierno de ladrón y corrupto. En aquellos tiempos era un acto de reberldía que solo contaba con una condena posible:la cárcel. Así pues,varios días después de su revolución,ambos fueron detenidos y encerrados en prisión. Naturalmente no podía valerme sola,así que estuve bajo la tutela de mis tíos durante 2 años. Durante ese tiempo viví bien con ellos,pero no dejé de llorar ni una sola noche pensando que no los volvería a ver. Pero resultó que,no se sabe por qué,se obró el milagro.

El 24 de Noviembre de 2008 se firmó la paz,y la monarquía pereció. El gobierno cambió completamente pasando a ser La República. Los altos mandatarios fueron otros,que cumplieron con su obligación y devolvieron la calma y la prosperidad al pueblo.

Ese mismo día llegó una carta a casa de mis tíos a mi nombre,traída por un funcionario del gobierno. La recuerdo muy bien. Sobre blanco,con el escudo de La República en una esquina y mi nombre en el centro. Subí corriendo a mi habitación. Me senté en la cama. Miré el reloj:las 14.30. Estaba muy nerviosa. Pensé en no abrir la carta,pero la curiosidad y las ansis me pudieron y,con la más absoluta impaciencia del mundo,la abrí.

La carta notificaba que mis padres,mis queridos padres que tanto lucharon por defenderse contra el gobierno,saldrían de la cárcel. Releí la carta como un par de veces más,sólo para terminar de creerlo.

                                      *    *    *

A la mañana siguiente mis tíos y yo nos fuimos temprano a la puerta del centro penitenciario,esperando a que salieran lo más pronto posible. Pero nos dieron las diez y las once,y allí no paraban de entrar y salir familiares de otros presos que venían a hacerles un poco de compañía.

Lo recuerdo bien. Llevaba unos tejanos color café,con zapatos a juego y una camiseta blanca,que hacía juego con mi reloj. Lo recuerdo perfectamente porque ese reloj me lo habían regalado mis padres antes de ser detenidos.

A las 12.45,la magia se desvaneció. Estaba echada sobre el capó del coche,cuando un hombre vestido con un traje negro se presentó ante mis tíos. Tras intercambiar unas palabras con ellos, mi tío ladeó la cabeza,y mi tía,confundida,miraba hacia el frente,con la mirada perdida en algún punto del horizonte. Yo no entendía nada. Mi tío fue el primero que reaccionar,y sin articular palabra alguna,me cogió por los hombros y me condujo hasta la puerta del centro,mientras mi tía nos seguía en silencio.

Lo siguiente que pasó quedó grb¡abado en mi retina y mi memoria a fuego. Cuando el sol incidía más sobre nosotros,mis padres empezaron a salir de aquel lugar.
Eran llevados por los hombres más importantes de La Legión,en ataúdes de madera de caoba."

                                                   *    *    *

Una vez me duché y comí algo,me senté en el sofá,con Toby sobre mi regazo y Orielle apoyando su cabeza en mi hombro. Era una estampa curiosa. Nevaba y hacía frío,así que habíamos tenido la idea de ponernos una sudadera y echarnos una manta,pues además de constante frigidez del tiempo,mo amiga estaba resfriada y no quería que empeorase.

Cogí el mando de la televisión y la encendí sin prestar mucha atención a lo que salía en pantalla. Intenté concentrarme. Hablaban sobre la conmemoración del día de La Paz que se había celebrado el día anterior. Mostraban en pantalla a Mercedes Vallejo Carrillo,la actual presidenta de La República firmando,primero,el acta que ponía fin a la monarquía y luego,su toma de poderes.

A continuación,la imagen cambió,mostrando al público dos imágenes. Las de mis padres. Apagué la televisión. No quería escuchar nada más,pues era igual todos los años. Todos los años les hacían un homenaje. Un homenaje a su valentía,convirtiéndoles en mártires de la causay siendo símbolos de la Gran Revoluvión. No lo soportaba. Ladeé la cabeza con cuidado,creyendo que Orielle se había quedado dormida,pero no era así. Me miraba con ojos tristes,protectores,ya que ella odiaba verme mal.

-Oye,¿y si nos vamos a dormir?-me preguntó al tiempo que lanzaba un bostezo al aire frío de la noche.
-Quizás sea lo mejor.-No podía negarme. Yo sabía que mi amiga estaba cansada y enferma,y no quería dejarla sola.

Hacía tiempo,creo que desde que nos fuimos a vivir juntas,acordamos dormir en la misma cama sin saber el por qué,así que cada noche nos íbamos a dormir juntas,principalmente para no pasar frío y poder hablar si,por casualidad,sentíamos la necesidad de hablar la una con la otra. Por tanto,aquella noche fuimos al cuarto de baño,nos lavamos los dientes y nos fuimos a dormir,con Toby acurrucado a los pies de nuestra cama.

                         *    *    *

El día siguiente era fiesta nacional,por lo que decidimos ir a dar un paseo con el perrito por algún lugar de la ciudad. Caminamos en silencio durante horas,y sin darnos cuenta nuestros pies nos llevaroin hasta la playa de La Blanca,llamada así porque por estas fechas la arena se encontraba totalmente cubierta por la nieve,como pudimos comprobar al llegar. Me agaché,cogí un palo del suelo,lanzándolo lejos,a lo que el pequeño respondió con una rápida carrera en busca del objeto.

Me senté con Orielle en la nieve.
-Danielle.-Parecía dudar.-¿Cómo te encuenteras?
-Bien,supongo-le respondí con una leve sonrisa.-¿´Sabes?He estado pensando en algo para una de mis historias.-Cambié rápidamente de tema.
-Y,¿qué has pensado,mi pequeña Oscar Wild?-Sonrió divertida ante su propia ocurrencia.
-Pues verás.-Hice un ademán de duda,intentando recordar aquella idea que se me antojaba genial.-¿Te imaginas un mundo,un lugar del planeta,totalmente diferente al nuestro? Un lugar donde las comodidades y el lujo sólo están al alcance de pocos,las fronteras separan a unos de otros y el júbilo no es más que un vano recuerdo de lo que en otros tiempos fueron.-¿Puedes creerlo?
-Quizá. Muéstrame ese mundo.-Parecía intrigada por mi idea tan disparatada.
-´Solo...imagina.

                                          Adam & Fiona - Midnight Bottle

 

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