Tengo unos labios a los que les da vergüenza besarte. Que sienten miedo al hacerlo, no vaya a ser la última vez que lo hagan. Unos ojos que se mueren por mirarte, por descubrir el dolor, el odio o el amor que escondes; que se muren por admirar algo que es tan hermoso que solo se puede guardar silencio en su presencia. Y una lengua vivaz, ardiente, que con permiso te recorrería.
Entradas
Mostrando entradas de julio, 2015